Lactancia

mujer embarazada

La lactancia materna es una forma de alimentación que comienza en el nacimiento con la leche que se produce en el seno materno. Ofrece muchos beneficios para tu bebé, pero también  para ti. De hecho, los datos sobre la lactancia materna hablan de la baja probabilidad que tienen las madres de sufrir ciertas enfermedades mientras amamantan. 

A tu hijo, por su parte, le aporta el equilibrio perfecto y adecuado de nutrientes para ayudarle a que su crecimiento y desarrollo sea fuerte y sano. Las sustancias de la leche materna le protegerán de algunas dolencias e infecciones comunes. Y es que, la lactancia materna es salud. 

¿Cómo es el inicio de la lactancia?

Si vas a dar a luz próximamente, este punto te va a interesar y vas a poder descubrir cosas que quizá no sabías. Es muy importante que conozcas qué comportamiento es capaz de tener un recién nacido,  pues si le dejas, vas a poder observar sus capacidades innatas. 

Si lo pones debajo de tu abdomen, gracias a sus sentidos y reflejos, será capaz de llegar por sí mismo hasta tu pecho, se agarrará con la boca abierta hasta llegar al pezón para comenzar a alimentarse. Es el primer contacto que se produce entre madre e hijo.

También sabrás lo fundamental que es el roce de la piel con un recién nacido, esto le proporcionará la ayuda necesaria para adaptarse mejor a la vida, dejando atrás las comodidades del útero materno. 

Nada más nacer, los bebés tienen una fase de unas dos horas en las que tienen mucha energía, es aquí donde, si no hay ningún inconveniente, la mayoría consigue hacer su primera toma. Después pasan a tener una larga fase de sueño que dura alrededor de 8 a 12 horas. Ten en cuenta que no es recomendable que le despiertes ni que le fuerces a comer. Pues tu hijo se encuentra en plena recuperación tras el esfuerzo que ha supuesto el parto. A partir de su primer día de vida, es muy normal que tu bebé mame frecuentemente, entre unas 9 o 12 veces al día que se volverán irregulares y más frecuentes con la llegada de la noche. 

Has de saber, que es de suma importancia que le des de comer a tu hijo siempre que te lo pida, de esta manera estarás segura de que recibe todo lo que necesita. Unas veces será alimento, otras contacto, cuidado, cariño o protección.  

Sigue haciendo todas y cada una de las cosas que has aprendido a lo largo de los primeros días. Consulta a tu médico siempre que lo creas conveniente, aun así si tu bebé mama con frecuencia y evacua unas tres veces al día, querrá decir que está recibiendo la cantidad de comida que necesita.

¿Qué beneficios tiene amamantar?

La lactancia hace que tu bebé tenga la ingesta adecuada de todos los nutrientes que necesita en su día a día, además de proporcionarle anticuerpos para evitar que enferme.

Por lo que tu peque será menos propenso a tener alergias, infecciones de oído, gases, diarrea, estreñimiento, enfermedades en la piel, infecciones estomacales o enfermedades respiratorias. Leer esto alivia, ¿verdad?

Pero no solo eso, y es que con la lactancia tu también sales ganando. Ya que estableces un vínculo con tu bebé como nunca antes lo habías hecho con nadie. Serás consciente de que tu cuerpo vuelve a la normalidad mucho antes e incluso reducirás las probabilidades de padecer futuras enfermedades crónicas. 

Ni que decir tiene que te ahorrarás un buen puñado de dinero y de tiempo al no tener que comprar la leche ni prepararla. La lactancia materna es todo un mundo que merece la pena descubrir. ¿No crees?

Mujer amamantando a su bebé los beneficios que tiene el proceso de lactancia

¿Y qué técnicas de lactancia debo seguir?

La mayoría de los problemas del amamantamiento se deben a la técnica, bien por una posición inadecuada, un agarre incorrecto o una combinación de ambas. Aquí vas a poder ver cómo seguir unas pautas sencillas para que tú y tu bebé os encontréis a gusto en el momento de la toma.

Usar una buena técnica evitará la aparición de complicaciones como grietas y dolor. Vaciarás completamente el pecho y permitirá una producción de leche adecuada para tu pequeño. Esto será muy beneficioso tanto para tu bebé como para ti.

Para un buen agarre, tu bebé deberá estar posicionado hacia ti, y al abrir la boca se le tiene que introducir gran parte de la areola, de manera que al mover la legua no lesionará el pezón. Para asegurarte de que está bien agarrado, fíjate en que su mentón toca el pecho y la boca está abierta. Su labio inferior estará hacia fuera y observa que sus mejillas estén redondeadas cuando succiona. 

En cuanto a la postura, no hay una específica y adecuada, lo importante es que estés cómoda y que el agarre sea el correcto. Aun así, puedes seguir estas indicaciones acerca de las distintas posiciones que son buenas durante este proceso para ti y para tu pequeño.

Posición de crianza biológica. Tú estarás recostada y tu hijo estará boca abajo. Esta postura es la que le permitirá desarrollar sus reflejos de gateo y búsqueda. Tú le podrás ayudar estableciendo tus brazos como límite, que facilitarán un buen agarre, eficiencia en la toma y una mejor producción de leche.

Posición sentada. El bebé estará colocado y pegado a ti, por lo que podrás sujetarlo con la mano en su espalda, apoyando la cabeza en el antebrazo. Con la otra mano podrás dirigir el pecho hacia su boca para que pueda agarrar un buen trozo de areola. Es la posición más utilizada pasados los primeros días, cuando ya tengas algo más de movilidad y seguridad. Puedes colocar las piernas encima de una banqueta para descansar las piernas.

Madre dando de mamar a su bebé en posición sentada proceso lactancia

Posición acostada. Estarás acostada de lado, con la cabeza algo levantada, puedes utilizar una almohada para estar más cómoda. Tu bebé estará acostado también a tu lado, con su cuerpo pegado al tuyo. Acércalo con suavidad, cuando abra la boca, tendrá más fácil el agarre. Es una buena posición, sobre todo, para la toma nocturna y los primeros días. 

Posición invertida. Situarás a tu pequeño por debajo de la axila, con la cabeza al nivel del pecho y el pezón a la altura de la nariz. Es importante que le des sujeción al cuello y a los hombros, pero no a la cabeza que necesita estar más arqueada para un mejor agarre y que su toma sea más agradable. Es una posición perfecta si estás esperando gemelos.

Posición de caballito. Cuando estés sentada, tu hijo se situará sobre una de tus piernas, con el abdomen pegado y apoyado sobre ti. Esta postura puede ayudar en casos de grietas y en bebés que tengan reflujos importantes, que sean prematuros, con labio leporino o fisura palatina, mandíbula pequeña o problemas de hipotonía.

La lactancia materna y la nutrición

Durante el proceso de la lactancia materna no has de hacer ningún régimen especial, mientras que tu nutrición sea completa y equilibrada. Lo más recomendable es que sigas una dieta sana y variada evitando aditivos y contaminantes, como: la cafeína, el tabaco, el alcohol o las drogas. Solo la metadona es compatible y en cantidades reducidas.

Los medicamentos, por su parte, también se deben tener muy en cuenta si se han de consumir durante la lactancia. Éstos, se transfieren a la leche materna en cierta medida, de normal, a niveles muy bajos, pero aun así se encuentran presentes. Deberás hablar con tu médico para que te paute las cantidades o medicinas que no causarían toxicidad alguna a tu bebé durante el amamantamiento.

Almuerzo saludable y rico en nutrientes durante el proceso de lactancia

En cuanto a la comida, está demostrado que el aroma de aquello que consumes pasa a la leche y puede hacer cambiar su olor y su sabor. Pero esto no es malo, al contrario, hace que tu bebé comience a percibir nuevos sabores y que vaya acostumbrando su pequeño paladar. Le permitirá aceptar más fácilmente la incorporación de la alimentación complementaria. 

Eso sí, si en algún momento notas que tu bebé rechaza la leche o tiene algún tipo de malestar, deberás controlar y eliminar ese manjar en concreto. 

¿Hasta cuándo debería amamantar a mi hijo?

Madre y bebé jugando cuando la lactancia se acaba

Como recomendación, la lactancia materna debería ser exclusiva hasta los seis meses de edad de tu pequeño. Introduciendo paulatinamente una alimentación complementaria, pero puedes extenderlo hasta los dos años de vida o más.

De esta manera, una vez ha pasado el primer semestre y hasta cumplir el primer año, después de la toma de pecho es cuando puedes empezar a incluir otros alimentos.

Los encajará y aceptará mejor de esta manera, antes podría causarle problemas, puesto que con la leche ya tiene los nutrientes y calorías aseguradas que necesita. 

Cuando llegue el momento del destete, será algo que deberéis decidir entre madre e hijo, pues ya se ha creado un vínculo y una rutina muy especial entre vosotros.

Normalmente, y como ya sabes, dar pecho más allá de los dos años, es poco frecuente, pero si es tu elección, seguirá siendo muy provechoso para ambos. Ya sabes que puede prevenir enfermedades tanto en ti como en el lactante.

Cuando decidas ponerle fin, tendrá que ser de manera progresiva y lenta para evitar futuros problemas.

Intranquilidad en mi proceso de lactancia, ¿qué puedo hacer?

Tanto si eres madre primeriza como si ya tienes algo de experiencia, es muy normal que a veces te asalten dudas e inseguridades. Hay tanta información que ya no sabes a qué o a quién hacerle caso.

Traer a un bebe al mundo no es tarea fácil, tiene sus procesos por los cuales has de permitirte pasar y gestionar a tu manera. Es cierto que contar con la visión de personas que sienten lo mismo que tu, que están pasando ahora por ello o que no van a tardar en llegar a ese momento puede aliviarte en instantes de intranquilidad emocional. 

Para que te quedes más tranquila, además de la información que ya has podido leer y que te habrá despejado las dudas que tenías, debes saber que hay una red social que te va a reconfortar en los momentos donde más incomprendida te sientas, donde vas a poder resolver tus dudas al instante y donde también vas a poder ayudar a otras personas que estén atravesando lo mismo. 

Mujer embarazada hablando por la App de Anonyline del proceso de lactancia futuro

Anonyline, está creada para que puedas desahogarte sin problemas, de forma anónima para que saques lo que llevas dentro sin sentir vergüenza o pudor, hará que no te cohíbas y te quitarás ese miedo al qué dirán. Es muy fácil, solamente tienes que descargarte la aplicación en tu móvil y disfrutar de todo lo que tiene para mostrarte. 

Sentirte cerca de otras madres que están en pleno proceso de lactancia y sentirte escuchada por ellas te va a reconfortar más de lo que crees. Cualquier cosa que necesites preguntar o saber, una duda que te venga a la cabeza, lo que sea, podrás obtener la información que deseas, además de compartir aquello que tú también sabes. 

Sentirte cerca de otras madres que están en pleno proceso de lactancia y sentirte escuchada por ellas te va a reconfortar más de lo que crees. Cualquier cosa que necesites preguntar o saber, una duda que te venga a la cabeza, lo que sea, podrás obtener la información que deseas, además de compartir aquello que tú también sabes. 

Vas a poder crear comunidad, hablar con quién notes que tienes más cosas en común y te sientas más identificada. Seguramente tienes a tu alrededor muchas personas que te sirven de apoyo en tu proceso de lactancia materna, que querrán que estés bien en todo momento y ayudarte en esta nueva etapa de tu vida. 

Pero, ¿quién mejor que otra madre que sienta todo lo que sientes tú ahora mismo para resolver todas tus cuestiones?